Se levantó el sol detrás del castaño,
Y soplo el viento, perfumes nuevos.
Murió la lluvia, bajo un sol incandescente
Y me trajo tu sonrisa en medio de este año
Las nubes cubrieron de vez en cuando este paisaje
Y los días se hicieron siempre más eternos.
La luz se reflejó en la esquina de tu boca,
Transformando mis más puros pensamientos
Hoy cayó la cortina de hojas marchitadas,
Tapizó el camino color fuego.
La lluvia trata desesperada de borrar las huellas,
Que dejo tu paso sobre mi cuerpo.
Se viene el frio temerario, que congela todo a su paso.
Las aves han migrado, ya están muy lejos.
Las viejas amistades también han emprendido el vuelo
Y te pienso, tú eres un verano en pleno invierno.
Enero se aproxima a paso lento,
La escacha se acumula sobre el borde de la ventana
Un rayito de sol nace entre la neblina espesa,
Dándole vida a este corazón gitano, que no te olvida.
Y que te recordará eterno.
dimanche 9 novembre 2014
jeudi 16 octobre 2014
Antonimos
Paraliza mi piel como paralizas el tiempo,
Cuando ambos giramos, todo es silencio.
Vasos vacíos, miradas de humo,
Cortejo de aves,
Te bailo, me esfumo.
A media noche, Pupilas dilatadas,
Inyección de vida aferrada a tu espalda,
Me pierdo, soy hielo, parasito de fuego
Infusión de saliva y sudor,
Ropas al suelo, caen sin pudor.
Llueven lucecitas, conexiones infinitas
Mis hormonas se alteran ¿Te vas? o ¿te quedas?
La oscuridad nos domina bajo una luna dormida,
Nos susurra quejidos,
A gusto, exhalo y te respiro.
La espalda me quiebras
Sobre peldaños de acero
Me desbocas un beso, Rugido, sincero.
Me desprendes de mí, de toda moral
Tu torso es caldera Y yo huracán.
Cuando ambos giramos, todo es silencio.
Vasos vacíos, miradas de humo,
Cortejo de aves,
Te bailo, me esfumo.
A media noche, Pupilas dilatadas,
Inyección de vida aferrada a tu espalda,
Me pierdo, soy hielo, parasito de fuego
Infusión de saliva y sudor,
Ropas al suelo, caen sin pudor.
Llueven lucecitas, conexiones infinitas
Mis hormonas se alteran ¿Te vas? o ¿te quedas?
La oscuridad nos domina bajo una luna dormida,
Nos susurra quejidos,
A gusto, exhalo y te respiro.
La espalda me quiebras
Sobre peldaños de acero
Me desbocas un beso, Rugido, sincero.
Me desprendes de mí, de toda moral
Tu torso es caldera Y yo huracán.
mardi 14 octobre 2014
Marmotas
Siéntete a mi lado
y oye el ronquido que emite
el tú y el yo,
acurrucado cómodamente
en el silencio que se hizo colchón,
envuelto de la manta que le procura
un calor constante y seguro.
La respiración se nos hizo lenta
Y nos alineamos como soldaditos
En la cama cada uno de su ladito
Y dormimos, dormimos juntos,
Pero solitos.
A años luz
Me enamoré de una estrella,
Como se lee seguido en los cuentos,
Me enamoré de la más bella entre ellas.
Grande e inmensamente luminosa,
Con un talento inigualable para sacarme una sonrisa,
En los momentos llenos de tristeza.
No llegó como una de esas fugaces,
Tranquilamente me cautelo con su luz
Y todas las noches la busco
En ese cielo que es caprichoso
Como la vida misma, como tú.
A pesar que nos separan años de conquista espacial
Yo la contemplo, la admiro tranquila
Y desde lejitos le envío mi amor.
Horas
Horas
Me diste horas contadas,
un pequeño fragmento de tu tiempo
Una milésima de tu atención
Y me rendí a tu encanto
Soñé con tus caricias,
No, miento, sueño aun con ellas
Rebajando el pliegue de mi vergüenza
A lo más bajo, apagando mi conciencia.
Nada me dejas tras esto,
En realidad nunca nada me diste,
Solo palabras confusas que avivaron incendios bajo mi piel
Y jugaron con sus matices.
Hoy un tic-tac en mi cabeza
Cuenta los metros cuadrados de tu ausencia.
Y deja pasar las horas otoñales
En ventarrones de tristeza.
Me violenta tu cara de niño bueno,
Tu simpatía se hace tu peor defecto
Y me vuelvo volátil al contacto de tu cuerpo
No somos nada, nunca nada seremos,
Sólo horas pasadas, sólo miradas
Que se cruzaron en un mal momento.
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