Siéntete a mi lado
y oye el ronquido que emite
el tú y el yo,
acurrucado cómodamente
en el silencio que se hizo colchón,
envuelto de la manta que le procura
un calor constante y seguro.
La respiración se nos hizo lenta
Y nos alineamos como soldaditos
En la cama cada uno de su ladito
Y dormimos, dormimos juntos,
Pero solitos.
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Gracias por tomarse el Tiempo!!!