De vidrios cristalinos,
las lagrimas que cayeron
una a una de tus mejillas
quebrandose en el suelo.
Sin fuego tus miradas,
sin alma tu cuerpo,
llenaste mi calma,
de desesperacion inútil.
Pequeño es el instante,
pequeño como nadie,
en el que quisiera
retrocederte en el tiempo.
A palos aprendiste,
y a palos me enseñaste.
A gritos me amaste
y asi mismo me perdiste.
Con aliviado corazón
sirculan hoy mis miedos.
Porque son parte de un pasado
que en mi futuro no recuerdo.
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Gracias por tomarse el Tiempo!!!